Francisco Espinosa: “Nuestras peticiones son justas”


Hijo de fusilado y familiar de represaliados por la Dictadura, Francisco Espinosa Jiménez preside en la actualidad la Asociación Contra el Silencio y el Olvido por la Recuperación de la Memoria Histórica de Málaga. Hablamos con este malagueño de 69 años al terminar la reunión mensual de la Asociación.

Rojo y Negro: ¿Cómo nace la Asociación?

Francisco: A través de José Dorado, también hijo de fusilado, nos fuimos juntando en el cementerio. Eso fue por septiembre u octubre de 2003. Cambiando impresiones,  nos dimos cuenta de que todos teníamos el mismo proyecto: que esas personas no cayeran en el olvido. Más adelante empezamos a reunirnos periódicamente en los locales de CGT, organización que nos dio cobijo y apoyo.

RyN.: ¿Cuáles son los objetivos de la Asociación?

F.: En principio, sabíamos que en el Cementerio de San Rafael, donde se ejecutaba, existían dos grandes fosas comunes (luego supimos de otras más). El objetivo era recuperar esos restos y, si fuera posible, hacer un banco de ADN con ellos. Aquellos restos cuyo ADN coincidiese con el de los familiares les serían entregados para que pudieran enterrarlos donde quisieran. El paso siguiente sería, con los restos no identificados o sin descendencia, que fueran a un mausoleo que se haría en el cementerio. El objetivo final sería un monumento en el mismo cementerio con los nombres de todas las personas ejecutadas.
Otro objetivo, pero éste es un tema que se tiene que ver a nivel nacional, es la anulación de las causas por las que fueron ejecutadas personas únicamente por sus ideas. Hay que destacar que en los consejos de guerra se les acusaba de rebelión militar, cuando los rebeldes eran los propios fascistas. Por todo esto, queremos que los nombres de las víctimas sean rehabilitados.

RyN.: ¿Qué habéis conseguido hasta el momento?

F.: Nosotros seguimos andando, no hemos parado. Conseguimos un compromiso del Ayuntamiento y otro de la Junta de Andalucía, en el que intervino personalmente el Consejero de la Presidencia, Gaspar Zarrías. En el tema del Cementerio de San Rafael, existe un compromiso verbal con el Ayuntamiento sobre nuestro proyecto, que se va ejecutando poco a poco. Este compromiso fue asumido tanto por el Alcalde como por el Consejero de Presidencia de la Junta y es el eje principal de nuestra acción.
En el asunto de las fosas, a raíz de la reunión con el Consejero de la Presidencia, se acordó que el Instituto de Geofísica de la Universidad de Granada viniese con un equipo técnico a hacer un muestreo por la zona donde nosotros sabíamos que había fosas comunes. Lo que ocurre es que más adelante hemos conseguido datos de nuevas fosas. Cuando estuvieron aquí los técnicos, les señalamos también, además de las dos fosas que ya conocíamos, esos sitios nuevos. En ellos descubrieron que había grandes extensiones de tierra removida. Aun no sabemos qué hay dentro, pero tenemos multitud de testimonios verbales que apuntan a que en esos lugares también se enterraron cadáveres de ejecutados.

RyN.: ¿Qué está ocurriendo en estos momentos con respecto a la memoria histórica de Málaga? ¿Qué frentes hay abiertos?

F.: La Diputación Provincial está llevando a cabo algunas acciones referentes al tema de la huída de la carretera de Almería [una de las mayores masacres de la Guerra Civil: el bombardeo y ametrallamiento sistemático por parte de la marina y la aviación fascistas de los refugiados que, cuando la caída de Málaga era inminente, huían de la ciudad por la carretera de Almería]. Por otra parte, la Junta de Andalucía está facilitando dinero a las asociaciones que lo soliciten para descubrir las fosas comunes que existen en la región. Nuestra asociación no ha recibido dinero porque no lo ha pedido. La Junta concede también ayudas para colocar unos monolitos allí donde haya fosas. Otras ayudas son para ciclos de charlas, conferencias... Todo esto es positivo, aunque sean ayudas institucionales, porque son objetivos que la Asociación también se había planteado, pero nosotros no tenemos los medios económicos ni técnicos para hacerlo. Lo que sí hacemos es “machacar” a las instituciones para que, ellas que tienen los medios técnicos y económicos, sean las que se encarguen de que no caigan en el olvido las miles de personas que cayeron por defender la libertad.

RyN.: Sería vuestra función, entonces, hacer de “voz de la conciencia” de las instituciones...

F.: Sí. Nos hemos convertido en el “Pepito Grillo” de las instituciones, y no paramos. Precisamente, gracias a esto, una comisión técnica de la Junta mantuvo el 25 de enero una reunión con un equipo técnico del Ayuntamiento de Málaga para intentar llegar a un acuerdo sobre cómo y cuándo se va a realizar el proyecto de la exhumación de los restos. Habrá otras reuniones, pero el melón ya lo hemos abierto. Son las instituciones las que van en vanguardia, y nosotros les vamos azuzando para que no se detengan.

RyN.: ¿Cuáles son las perspectivas de la Asociación a corto plazo?

F.: Va a depender mucho de las instituciones. Nosotros, desde luego, no pensamos parar. Desde la Asociación insistimos en que nos estamos quedando sin personas que vivieran aquella época y, ya que tuvieron que pasar por todo aquello, quisiéramos que vieran que su lucha no fue en vano. También vamos a realizar el 14 de abril el homenaje que hacemos todos los años en el Cementerio de San Rafael a las víctimas de la represión fascista. No nos planteamos de momento más objetivos porque los que nos habíamos marcado están en marcha. Sabemos que la Asociación Guerra y Exilio ha recibido dinero de la Junta para realizar el mapa de fosas, y nos ofrecemos para ayudarles en todo lo que podamos y facilitarles los datos que necesiten. También a CGT-Andalucía, que ha recibido una subvención para “Todos los nombres”, proyecto que desarrolla junto a la Asociación Para la Recuperación de la Memoria Histórica de Andalucía. Estamos abiertos a colaborar tanto en eso como en el acuerdo entre la Diputación Provincial y la Universidad de Málaga por el que once profesores de ésta última se van a dedicar este año a recorrer todos los pueblos de la provincia de Málaga para recopilar “historias de vida” de las personas que sobrevivieron a la catástrofe de la guerra. Siempre se habla de los exiliados, de los que se fueron, pero también tiene que llegar un momento en el que se hable de los que nos quedamos aquí. La Posguerra fue muy, muy mala, especialmente para quien no tenía recursos económicos. A esto hay que añadir que los trabajos estaban reservados para quien pudiese acreditar su adicción al Régimen. Todo ello, sin olvidar la represión, que se prolongó durante años y años y fue terriblemente dura.

RyN.: ¿Pensáis que la Asociación está en buen camino para conseguir sus objetivos?

F.: Nosotros no pensamos variar nuestro camino, ni cinco centímetros a la derecha, ni cinco centímetros a la izquierda. Estamos convencidos de que nuestras peticiones son justas. Tenemos derecho a saber qué hicieron con nuestros familiares. Por otra parte, los resultados van a depender mucho de lo que las instituciones pretendan hacer. De momento, la cosa va bien en el sentido de que nuestro proyecto se ha aprobado, pero todavía podemos encontrar resistencias. En algunos pueblos, gobernados por un determinado partido, no están dispuestos a que se remueva allí nada. Creen que vamos a otra Guerra Civil. Entendemos que todo esto está retrayendo un poco al Gobierno de sus intenciones iniciales, aparte de que la Oposición (porque hay que llamarla de alguna manera) se va a oponer a todo. Siempre se han opuesto; esto no es nuevo. Pero vamos, que nosotros no nos pensamos apartar de nuestro camino. Tardaremos un año, dos... Esperemos que en el 70º aniversario de la caída de Málaga y el consiguiente inicio de la represión, que se cumple en 2007, podamos tener, al menos, una parte de nuestro proyecto realizada.

RyN.: ¿Qué será de la Asociación cuando haya conseguido su propósito?

F.: En principio, no nos habíamos planteado más allá de la recuperación de los restos y la anulación de las causas. Una de las ideas que tenemos, aun no muy madura, pero que será un objetivo a cumplir posteriormente, es que se quede en Málaga un archivo de la Guerra Civil en la provincia. Esto sería algo independiente del proyecto de la Junta de Andalucía, a través del Centro de Estudios Andaluces, de hacer un archivo general de la historia de Andalucía. Queremos que en Málaga haya también un centro documental para que futuros historiadores, estudiantes, periodistas, etc., puedan buscar datos aquí, en el sitio en que ocurrieron. Que todos estos datos que estamos recopilando y que son parte de nuestra historia reciente no se pierda.

Texto y foto: Roberto Blanco Tomás. 
Prueba para Rojo y Negro. Febrero de 2006